Por Adolfo Piñedo Simal

Es esta una predicción fácil de hacer. Con la vacunación en marcha, el final de la pandemia y la vuelta a la normalidad ocurrirán en algún momento del próximo verano. …

jueves, 07 de enero de 2021 | Por Adolfo Piñedo Simal | https://adolfopinedosimal.wordpress.com/

Es esta una predicción fácil de hacer. Con la vacunación en marcha, el final de la pandemia y la vuelta a la normalidad ocurrirán en algún momento del próximo verano. Cierto que aún quedan meses en que la pandemia va seguir golpeándonos porque todo apunta a que estamos al inicio de una tercera ola y eso llevará a nuevas medidas restrictivas. Pero es seguro que, con el avance de la vacunación, la inmunidad de rebaño detendrá la propagación del virus. Por tanto, seguro que las cosas irán mejor en 2021. A partir de un determinado momento, que dependerá de lo rápido que vaya la vacunación y de que virus no nos dé otra sorpresa. 

Las tareas que el Gobierno tiene en este año son dos. Una, completar el proceso de vacunación en el menor tiempo posible. Puede parecer esta una tarea trivial pero no lo es. Vacunar a la casi totalidad del país es algo que nunca se ha hecho y representa un reto de grandes proporciones. En manos de las CC AA la vacunación es problemática, sobre todo en aquellas que han destacado por una gestión deficiente de la pandemia. 

La otra tarea es llevar adelante la recuperación económica, una recuperación verde y digital. El cuarto trimestre de 2020 ya mostrará el inicio de la recuperación, con un significativo incremento del PIB. Pero la incidencia de la segunda ola y la tercera ola retrasará la recuperación de los niveles de producción y de empleo existentes antes de la pandemia. Pero, además, no se trata de solo de alcanzar los niveles de febrero de 2020. Además, hay que aprovechar los cuantiosos fondos que llegan de la UE para dar un impulso a la digitalización de las empresas y las administraciones y dar un paso decisivo en el cambio energético. 

Hay que destacar que ambos son objetivos marcados por la UE, y son similares para todos los países de la UE. Llevar a cabo el proceso de vacunación e impulsar la recuperación es lo que interesa a los ciudadanos y lo que justificaría totalmente la acción del Gobierno. 

En los últimos días del 2020, el Presidente Sánchez ha presentado un informe de cumplimiento de los compromisos adoptados con diversos partidos, empezando por el Programa de Gobierno, acordado entre el PSOE y UP. La idea central de la comparecencia del Presidente era insistir es que se están cumpliendo los compromisos adoptados. ¿A quién se dirigía Sánchez con esa iniciativa? Con la que está cayendo, me parece que al ciudadano de a pie le trae sin cuidado si se han cumplido muchos o pocos compromisos. No es a ellos a quien se dirigía Sánchez sino a los otros partidos de los que depende la gobernabilidad. 

Como todo el mundo reconoce, los Presupuestos para 2021 han sido un espaldarazo al Gobierno de coalición. La hoja de ruta de la recuperación está en el texto presupuestario y ha sido aprobada por trece partidos de diferente pelaje. UP ha sido particularmente activo a la hora de acarrear apoyos al Presupuesto y ha tenido un protagonismo indudable. Sin embargo, en UP están inquietos.  Las dos elecciones autonómicas celebradas tras la formación del Gobierno, han sido sendos reveses para UP. En Galicia han desaparecido y en Euskadi han bajado notablemente. El mes que viene tocan elecciones en Cataluña y los pronósticos son francamente malos para UP. A esto debe añadirse la escisión sufrida en Andalucía. Todo indica que UP no está capitalizando su participación en el Gobierno en términos electorales, al menos por ahora. Y no faltará quien señale que, a sensu contrario, es la participación en el Gobierno lo que determina la bajada electoral y los problemas internos. Si miramos los trasvases de votos, resulta que los que abandonan UP se van a partidos nacionalistas: el BNG y Bildu, y en febrero, parece que hacia ERC. No migran hacia el PSOE, socio mayoritario de la coalición y, por tanto, presumible beneficiario. 

Me parece que el desplazamiento del voto de UP hacia el ámbito nacionalista soberanista tiene que ver con un error de fábrica de UP: haber asumido el soberanismo tiene consecuencias porque la competencia es mucho más soberanista. La utilidad de UP no está, precisamente, en el campo del soberanismo. 

Como ya he dicho, inquietos por las malas perspectivas, UP ha decidido marcar perfil, al menos en dos frentes. Uno haciendo campaña contra el Rey. Y otro, elevando las propuestas sociales, de modo que o bien el PSOE acepta esas propuestas, en cuyo caso lo habrá hecho bajo presión de UP o bien deja claro que es el PSOE quien bloquea dichas propuestas. Creo que esa táctica no va a dar ningún resultado electoral, sencillamente porque no es con el PSOE con quien está compitiendo sino con los nacionalistas soberanistas. 

El PSOE, por su parte, necesita a UP durante toda esta legislatura o lo que es lo mismo, durante la fase de recuperación porque la coalición PSOE – UP es el único gobierno posible sin nuevas elecciones por el medio. Así es que no le queda otra que aguantar el tirón, en la convicción de que a UP tampoco le conviene romper la coalición. En todo caso, el informe de cumplimiento de compromisos solo busca fortalecer la coalición tan necesaria para abordar la recuperación. 

La recuperación necesita no solo mantener estable el actual gobierno, sino también poner en marcha una colaboración público – privada hasta ahora inédita en nuestro país. Eso parece ser que lo tiene claro el Gobierno, pero una cosa es formularlo y otra bien distinta ponerla en marcha. En cierto modo, el Estado va a ocupar el puesto de mando de la economía con el propósito de renovar el aparato productivo. En definitiva, el momento económico se caracterizará por acuerdos sectoriales. Después del acuerdo de los trece partidos para aprobar el presupuesto de la recuperación, ahora toca acuerdos con los empresarios y con los sindicatos, siempre y cuando estos entiendan en qué momento estamos y no se entretengan con otras cosas. Dicho de otro modo, para los sindicatos, lo esencial y lo prioritario debería ser la creación de empleo. En ese marco de la creación de empleo, el sector público tiene un papel esencial. La lucha contra la pandemia ya ha implicado un aumento del empleo en sanidad y educación, entre otros sectores. Es claro que en estos y en otros sectores habrá que crear empleos, también ligados a la digitalización y a al cambio de modelo energético. 

Seguro que cuando la recuperación se haya completado otros serán los problemas económicos a resolver. Empezando por la tremenda acumulación de deuda. Pero eso será la tarea de dentro de dos años. Esperemos que la coalición PSOE – UP sea quien se ocupe de este pequeño problema porque se habrá consolidado si ha tenido éxito en la lucha contra la pandemia y por la recuperación.

Por psoech