Cristóbal López Villatoro, coordinador federal de cristianos socialistas

Una de las preguntas que más me han hecho en estos tiempos, es: ¿hace falta Cristianos Socialistas en el PSOE? Es decir, ¿hace falta que se visualicen los cristianos dentro del PSOE?. Esa visualización hoy es más necesaria que nunca, desde nuestra filosofía de tender puentes, dentro del socialismo español y por consiguiente en la sociedad y en los tiempos que estamos viviendo.

EL SOCIALISTA Nº 107 | domingo, 16 de mayo de 2021

Tribuna de Cristóbal López Villatoro, coordinador federal de cristianos socialistas

Una de las preguntas que más me han hecho en estos tiempos, es: ¿hace falta Cristianos Socialistas en el PSOE? Es decir, ¿hace falta que se visualicen los cristianos dentro del PSOE?. Esa visualización hoy es más necesaria que nunca, desde nuestra filosofía de tender puentes, dentro del socialismo español y por consiguiente en la sociedad y en los tiempos que estamos viviendo.

Los discursos sobreexcitados, agresivos, grandilocuentes y apocalípticos no pueden tener ni futuro, ni presente en nuestra sociedad. Pero tenemos que avanzar para seguir siendo visibles y necesarios para el proyecto socialista y para el conjunto de la sociedad.

Tenemos que ser necesarios por tres cuestiones: por valores, por estrategia y por necesidad.

Por valores

Porque primero se llega a la política por los valores (lo que uno es) y después por los principios (la aplicación de lo que uno es) y más por ideología (el programa de lo que uno es, para llevarlo a cabo).

Porque, sin ningún ánimo de superioridad moral, ni intelectual, ni siquiera espiritual, es positivo que este grupo sea un canal para vincular la fe cristiana y lucha política para dar sentido real y concreto a nuestras vidas.

Por estrategia

Porque hay que construir espacios donde confluyan la sociedad civil y la esfera política.

Los partidos son patrimonios de la militancia y los valores que defienden son patrimonio de los ciudadanos que quieran compartirlo. Hoy en día hay que buscar escenarios donde no haga falta la obligación partidista, pero sí el compromiso de valores.

Es estratégicamente necesario, crear espacios de debate que nos lleven a hablar con palabras nuevas de viejos problemas que, desgraciadamente, están de actualidad. Para estos escenarios de encuentro entre sociedad civil y esfera política es fundamental Cristianos Socialistas.

Por necesidad

Por que tenemos la necesidad de unirnos en tres frentes. Primer frente: en la defensa del Estado del Bienestar, los hombres y mujeres que estamos aquí tenemos pasión por la justicia, deseos por la libertad y la necesidad de acabar con la desigualdad. Y llevamos en nuestro ADN la reivindicación del Estado del Bienestar.

Tenemos que ser la voz de la conciencia socialista en cualquier paso atrás en la pérdida de derechos. Segundo frente: tenemos que liderar las reivindicaciones que vienen del miedo y de la frustración que ha creado el ‘Estado del Malestar’.

Hay que hablar desde la sinceridad a esos ciudadanos que han sido olvidados por el orden establecido. Hablarles desde la verdad y combatir a los populistas que solo hacen manipular sus vidas y sus problemas.

Los Cristianos Socialistas tenemos el deber de estar en primera línea de choque, las personas que lo siguen pasando mal son nuestra opción preferente de acción política. Más de 3,5 millones de españoles (el 7,6%) sufren la pobreza energética y no pudieron mantener una temperatura adecuada en su vivienda el invierno pasado, y aún seguimos en una tasa superior al 16% de desempleo, la más alta de Europa.

Es cierto que el escudo social del gobierno progresista ha mitigado la crisis de la pandemia. Y debe servirnos de acicate para continuar trabajando por todas esas miles de personas, que saben que solo de los socialistas pueden esperar justicia social y un futuro mejor.

Tercer frentetenemos que combatir un Estado de odio que algunos intentan imponer, desde el discurso de búsqueda de adversarios. Sin adversarios no hay discurso.

Tenemos que superar la línea entre los vencedores y los vencidos que siempre habita en la política, y que los portavoces de la pseudo nueva política siguen practicando y aumentado. Decirles que detrás del odio habita el miedo, y que el miedo es el fusil del mal. Frente a ese miedo, que nos lleva al mal, hay que recuperar el espíritu de reencuentro cotidiano, y saber que es mejor confrontar que enfrentar.

En estos momentos no hay alejamiento de la política, quitando los datos de las últimas elecciones que han sido en unas circunstancias especiales, pienso que no hay desafección de la política, sino cansancio de las continuas crisis que estamos viviendo y que están golpeando a la clase trabajadora. No hay democracias sin clase trabajadora.

Por tanto, después de estas crisis, hace falta un discurso de reencuentro:

  • De mirar con ojos nuevos, para un mundo y una realidad nueva.
  • De reencuentro de las clases sociales: fundamentalmente la clase trabajadora con las clases medias.
  • De reencuentro entre los jóvenes y los mayores.
  • De reencuentro entre diferentes religiones y culturas.
  • Entre territorios. Espero que el factor Illa sea una solución a medio y largo plazo para el reencuentro entre Cataluña y España.

Tenemos que saber buscar espacios de encuentros, de diálogo y de construcción. Tener un proyecto orgánico no contra sino paraLos Cristianos Socialistas tenemos que ir diciendo a esos estrategas del poder que la polarización puede acabar con la democracia, y que la democracia es buscar normas de convivencia, no de enfrentamiento.

Tenemos mucho trabajo. Tender puentes es la aplicación de la socialdemocracia. La socialdemocracia es la búsqueda del equilibrio como fin supremo. Es vivir en paz sin levantar muros.

A la tolerancia mutua hay que sumarles la contención institucional para ampliar los límites de las instituciones y no hacerlas pétreas al cambio que la sociedad necesita. Tolerancia y contención institucional deben de ser las vías por donde mejor circule el socialismo democrático.

Los Cristianos Socialistas estamos preparados para el presente que necesita el proyecto socialista: sabemos que lo malo no es tener concepciones del mundo diferente, sino ser excluyentes. Creo que gobernar hoy es saber que hay que estar dispuesto a ceder, que los que hoy no te apoyan te pueden apoyar en el tema siguiente.

En estos momentos creo que la principal amenaza de la democracia no es la violencia, sino la simplicidad, que es donde se mueve perfectamente el populismo.

Por psoech