Por Álvaro Frutos Rosado.

Se levanto impulsivamente a pesar de su dolencia en la pierna. Corrió las cortinas bruscamente y miro por la ventana. 

Se levanto impulsivamente a pesar de su dolencia en la pierna. Corrió las cortinas bruscamente y miro por la ventana.

_Mucha emergencia climática y no se cortan un pelo gastando en luces. ¡Venga, venga! ¡Y coches para arriba y coches para abajo! ¡Bien de humo! ¡Míralos! Todos cargaditos de bolsas de plástico que estarán llenos de más plástico. ¡Paparruchas todo! Y mi pensión sólo sube un 2´5 y todo lo demás ¿Cuánto?  Navidad…Navi… de los c…

-¡Vale Paco!, bastante mal estan las cosas para que te amargues más y me amargues a mí la Pascua.

-La Pascua es la que estamos hechos todos. La vacuna, la vacuna…llevo tres pinchazos en el brazo que se me ha puesto cada vez más rojo y la cara amarilla, como la bandera. No podemos ir a ningún sitio. Ni a la partida puedo ir, si no bebo: mascarilla puesta. ¡Y si llevo dúplex! ¿Lo hago con el dedo? …

_ ¡No te quejes Paco por todo, por Dios! Que este año también te vas a librar de cenar con mi hermano y su mujer. Una bronca que te ahorras.

_No es cosa menor, que diría Rajoy. Dijo con la apariencia de una sonrisa.

_ ¡Lo ves!

_No veo nada, veo que mañana es Nochebuena y …

Ella le corto. _ ¡Vamos! No dices que tú no eres creyente y que además en Navidad te vuelven los fantasmas del pasado, de los que no estan y nunca estarán ya, más que en el recuerdo.

_Pues sí, eso es. Y no se para qué has puesto el árbol de plástico y las luces y el belén.  ¿Qué me vas comprar una zambomba y tu una pandereta y como dos chochos cantando el Ande, Ande la Marimorena, rascando la botella de anís y viendo a Raphael. ¡Anda por ahí Sonsoles! ¿Y en Reyes qué? Tú me regalas unos calcetines y yo a ti una faja, que te compras tú en la mercería y me la das para envolverla.

_ ¡Reyes!, ¿tú no eras más republicano que el Pablo Iglesias?

_ ¡Colchonero! como Luis Aragonés, el único sabio que ha tenido este país.

_ Él sabio y tú reconcomio en tu vinagre.

_Sonsolitas, para qué coño tú hija se tuvo que casar, irse a 5000 kilómetros, por que aquí no había trabajo digno ni para él uno ni para la otra. ¡Todo estupendo! _ Elevo la voz hasta gritar _ ¡Llevamos más de un año sin verla, casi dos! Que a mi un día de estos me da un ictus o la variante Maripili del Covid -33 y me lleva por delante. Y me voy a quedar sin ver a mi hija y sin conocer a mi nieto. Como le han puesto Ezan ya hablará tres idiomas, pero no conoce a su abuelo Paco, si por el teléfono, sin poder besarle. Y este año, otra vez. Ni pueden venir ni podemos ir. Como el bicho anda suelto…libre, libre…Y a mi el tiempo se me acaba.

_La paciencia nunca la tuviste.  

_ La resiliencia, ahora quieren que lo llamemos resiliencia. ¡Resileches!

Sonsoles ordeno las cortinas deteniendo su mirada en la calle y esbozando una disimulada sonrisa.

_Podías ponerte un pantalón, todo el día con el chándal. Eres la lujuria de Arganzuela.

_ Por si viene el pamplinas del Bertín Osborne a entrevistarme a mi casa. ¡Nos ha molao!

El timbre de la puerta sonó con mucha insistencia, grosera insistencia. Paco salto del sillón olvidándose de la gota y apretando los puños.

_Como sea el de Armazón otra vez a traer un paquetito a la vecina me va a oír, vaya forma de tocar al timbre.

Paco abrió la puerta violentamente de forma simultanea a su blasfemia. En ese momento una fría gota le empezó a correr por la espalda y su boca temblequeo al fijar su mirada al ver lo que había al otro lado del quicio.

_Papá no esperaba un saludo tan efusivo_ dijo la joven que sostenía a un niño en sus brazos que no llegaría al año.

Sonsoles tras Paco, ahora no disimulaba las lágrimas, sostenía al marido como si creyera que se fuera a desplomar.

_¡Ah! Balbuceo Paco sin ser capaz de articular palabra.

_ No vas a coger a tu nieto Ezan Francisco.

-¿Francisco, le habéis pues también Francisco? Pregunto el abuelo sorprendido.

_La verdad es que le llamamos Paquito, ¡Vamos! Abrázale y danos a nosotros un beso, que parece que no querías vernos. Tenemos todas las pruebas hechas. ¡Todas! Si no para llegar aquí imposible.

_ Pero, ¿Cómo habéis hecho este viaje? Tal y como vuelven a estar las cosas y total para unos días _dijo Paco con sus ojos llenos de lágrimas.

_Unos días. ¿Quién dice que unos días? Venimos a quedarnos hemos encontrado trabajo, los dos, en España.

_ Los dos…, España…, quedaros…_ Paco estaba en esos momentos en esa nube donde lo real y lo soñado se confunde.

_ Si Papá. Quien va a hacer a este niño del Atlético si no eres tú. ¡Venga abuelo Paco, reacciona que necesito que me achuches!

Nota del autor:  Siempre me he preguntado porque todos los cuentos de Navidad tenían que ser tristes y con final feliz. Culpaba a Dickens. No es asi, la Navidad es un tiempo extraño que nos hace, creyente o no, darnos cuenta que además de nosotros estan los otros y entre los otros los que tenemos más próximos son los que nos hacen ser verdaderamente nosotros. La tristeza es la vista atrás de lo que dejamos pasar, la felicidad es por ver lo que hoy, solo hoy, tenemos. Feliz Navidad.

Por psoech