El fundador del Partido Socialista se dirige a la militancia en la inauguración del 40º Congreso y les recuerda que el objetivo que nos guía es el de “construir un orden social justo”
El Socialista | Nº 12222 de octubre de 2021
Una sorpresa esperaba a los asistentes al acto de inauguración del 40º Congreso del PSOE este sábado. Además de las intervenciones de los ex secretario generales y ex presidentes del Gobierno, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, fue nuestro fundador, Pablo Iglesias, el que se dirigió a la militancia, empleando para ello un holograma que surgió en el escenario.
Gracias a las nuevas tecnologías, el fundador del Partido Socialista Obrero Español hace ya más de 142 años, se dirigió a la militancia socialista para recordarles que “el ideal supremo” que debe guiarnos es “acabar con la injusticia y la explotación humana” con el fin de “construir un orden social justo”.
Además, animó a la militancia a extender el ideario socialista: “Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos en su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para difundirlas, para llevarlas a todas partes”.
Destacó la fuerza de la unión: “Juntos seréis invencibles y capaces de poner fin a toda tiranía y a toda injusticia” y en la apelación final, Pablo Iglesias instó a la militancia socialista a “seguir trabajando para construir una sociedad justa, una sociedad civilizada, una sociedad humana”.
A continuación, podéis ver y leer la intervención de Pablo Iglesias:
“¡Compañeros!
No traigo a este acto solemne la representación de mi insignificante personalidad, traigo, como todos vosotros, la representación del Partido Socialista
El Partido socialista, nuestro partido, es político, seguramente el más político de todos; pero su política es la más elevada, la más noble, la que tiende a redimir a todos los oprimidos y a colocar a la humanidad a una altura que jamás ha conocido.
¿Cuáles son nuestros ideales?
¿Solamente mejorar nuestra condición personal y la de nuestros hijos?
No, queremos más.
Queremos que no haya quien, matándose a trabajar, viva en la pobreza.
Queremos que la ciencia y el arte no los disfruten solo unos cuantos, sino que sea patrimonio de todos.
Nuestra campaña va contra toda tiranía, contra toda injusticia, contra toda esclavitud, contra toda corrupción, contra todo lo que es mezquino y ruin.
Queremos, en una palabra, acabar con la injusticia y la explotación humana.
Ese es el ideal supremo del Partido Socialista.
Y por eso, socialista es quien se consagra a construir un orden social justo.
¡Compañeros!
Sois la representación de las fuerzas que componen el Partido, y por serlo estáis obligados como nadie a aumentarlas.
Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos en su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para difundirlas, para llevarlas a todas partes.
Llamamos a nuestro lado, llamamos al campo socialista, a todos los trabajadores, del campo y de la ciudad, de la mina y del transporte, porque solo el socialismo puede librarlos de la explotación.
Llamamos a los trabajadores independientes, a los obreros intelectuales, a todo aquel que quiera un régimen de igualdad y justicia para que el bienestar alcance a todos.
Llamamos a nuestro lado, al campo socialista, a las mujeres, ya que estas, ni como mujeres ni como asalariadas, serán libres hasta que el socialismo acabe con todos los privilegios y todas las tiranías.
Ganar voluntades para la causa socialista es una labor tan grande y tan hermosa que deben realizarla con verdadera complacencia todos los hombres y mujeres que militan en el campo socialista.
Compañeros,
Vuestra fuerza está en vuestra unión.
Juntos seréis invencibles y capaces de poner fin a toda tiranía y a toda injusticia.
La misión que tenéis es importante, colocaos con vuestra firme voluntad a la altura de nuestros grandiosos ideales, y pronto veremos todos los resultados excelentes de nuestra acción.
Seguiremos por ello trabajando como hasta ahora.
Seguiremos trabajando para construir una sociedad justa, una sociedad civilizada, una sociedad humana.
¡A la obra, pues, militantes del Partido Socialista!
¡A conquistar, con vuestra voluntad, paciencia y constancia, una sociedad más justa!”.