Nº 181  24 de febrero de 2023

Nunca una frase retrató tan bien toda una ideología política. El enésimo patinazo de Alberto Núñez Feijóo en un cara a cara con Pedro Sánchez nos descubrió en todo su esplendor a qué dedica sus desvelos el sustituto de Pablo Casado: a evitar molestias a la gente de bien.

Gente de bien para el Sr. Feijóo es toda aquella a la que le molestan las ampliaciones de derechos para las personas que todos los gobiernos socialistas a lo largo de la historia han puesto en marcha ¿Le molesta a usted el matrimonio entre personas del mismo sexo? Entonces puede estar tranquilo. Es usted gente de bien según la catalogación de españoles que realiza el Sr. Feijóo. ¿No duerme pensando en el aumento histórico de las becas? No se torture. Eso no es malo. Llamé a la sede de Génova y enseguida le harán ver está usted en el lado correcto de la historia. ¿Sueña con el empoderamiento de las mujeres? Mantenga la calma. El asalto onírico en forma de color morado automáticamente lo coloca al lado del Sr. Feijoo y su legión del bien.

Dejando de lado que las meteduras de pata del que ha sido llamado a liderar la oposición son ya un clásico más arraigado que los Depor-Celta, el desliz que tuvo el senador Feijóo esta semana nos devolvió a los tiempos más oscuros de este país. Porque ya saben que hace años España se dividía entre gente de bien y vagos y maleantes. Una distinción que se hacía por orientación política, patrimonio, barrio en el que se vivía, trabajo con el que millones se ganaban la vida… la gente de bien solía pasar sus ratos en el casino de la localidad, viendo la vida pasar y hablando de cuánto sacarían con la cosecha anual o de la boda del nieto de Cayetana, mientras jugaban al cinquillo.

Debería el Sr. Feióo impedir que sus pensamientos invadan su discurso político. Cuando ambas cosas no están alineadas, se producen estas disfunciones que dejan a todos perplejos. Los socialistas no tenemos ese problema. Nosotros gobernamos para la gente. Punto. Para la mayoría social de este país. Nuestros esfuerzos diarios solo tienen como destino que España avance. Que haya justicia social y justicia fiscal. Que más pague el que más tenga, y que la inversión en los servicios públicos como la Sanidad o la Educación proporcionen a la inmensa mayoría un bienestar que la gente de bien del Sr. Feijóo se paga en la privada.

Sr. Feijóo, la gente lo que le dice a usted es que ya está bien. Que piense en todos, y no en los poderosos, bancos, eléctricas y demás grandes corporaciones. Usted está para servir al pueblo, y si no puede hacerlo, no moleste.