Tras la pandemia se ha manifestado que la salud mental ha eclosionado en la realidad de la asistencia en temas de salud.
Opinión por J. L. Pedreira Massa | domingo, 16 de enero de 2022
Tras la pandemia se ha manifestado que la salud mental ha eclosionado en la realidad de la asistencia en temas de salud. La salud mental era la hermana pobre y olvidada de la gestión sanitaria. La investigación 3312 del CIS puso en evidencia que la salud mental estaba afectada en el conjunto de la población, afectaba sin distinción de edad o género, aunque su forma de expresión difiriera. La propia OMZ señaló que tras la pandemia se encontraba la “pandemia silenciosa”, haciendo referencia a la salud mental.
Las noticias en los medios de comunicación han prodigado informaciones de contenido alarmista, referido a la salud mental, contenidos que es preciso matizar y aclarar.
El objetivo fundamental consiste en señalar que, como socialistas, no apoyamos una ley de salud mental, puesto que la ley facilita la segregación de la SM al ponerle un marco legislativo tan específico que lo separaría y aislaría del conjunto del SNS, con lo que reforzaría el estigma y la segregación de la SM del conjunto del SNS. La Ley general de sanidad, la ley integral contra la violencia machista, la ley de autonomía del paciente y la Ley de homogenización del SNS ya contemplan la mayoría de los contenidos de la propuesta de ley de SM, por lo tanto, es una reiteración innecesaria y escasamente útil a los fines perseguidos, supuestamente.
El día 07.10.2021 se presentó, por un grupo numeroso de diputados, en l’Assemblée Nationale Française la solicitud 3563, en la que se incluía la propuesta de una ley de solo cuatro artículos: El artículo 1 proclama que la SM es una “Grande cause nationale» para el periodo 2021‑2025.En el artículo 2 se especifica la creación de un plan estratégico nacional quinquenal en materia de psiquiatría y salud mental, donde se fijarán objetivos claros donde se oferten los cuidados adecuados, reformar la forma de financiación y la investigación en el campo de la SM, durante este periodo los servicios de SM tendrán como autoridad directa el Ministro de Salud, se otorga un plazo de seis meses para entregar el plan estratégico. En el arrículo 3 se crea un Instituto Nacional de Psiquiatría y SM, teniendo como modelo el Instituto nacional del cáncer, desde donde se implementarán los programas de impulso y coordinación tanto de las aciones preventivas como de investigación. El artículo 4 hace referencia a la dependencia de la financiación de los presupuestos del Estado dedicados a los servicios de la Salud.
La estrategia española de SM tiene en su contenido estas orientaciones generales, es una estrategia que da cumplimiento a los criterios del nuevo proyecto de ley de Francia, es más, ya está formulado y aprobado por el Consejo Interterritorial del SNS.
La estrategia consiste en la priorización de una serie de líneas que se consideran fundamentales a desarrollar durante un tiempo determinado, para ello se establecen objetivos específicos para cada línea y que comporta las correspondientes recomendaciones. Son líneas generales que deben ser priorizadas por cada CCAA y desarrollan esas líneas estratégicas, según sus criterios concretos. Al no ser una ley no está obligada a aportar una memoria presupuestaria, debemos debatir y exigir la financiación suficiente en cada debate de los presupuestos anuales de la Comunidad Autónoma de Madrid.
La estrategia no es el lugar para establecer una reivindicación laboral o corporativa, no es el lugar apropiado para buscar “lo mío”. Hacer esta deriva puede caer en una opción corporativista, pero entonces se desnaturaliza la estrategia en su conjunto. Un ejemplo muy paradigmático es la cuestión de las “ratios” de profesionales; no existen ratios fiables y la propia OMS así lo señala, no es una variable fiable para la planificación. De hecho, la OMS dice que la dotación de profesionales dependerá de la organización de los servicios y de su funcionamiento y será propia de cada Estado.
La SM es un concepto global y unitario, donde se integran las diversas aportaciones y visiones, tanto en la conceptualización como en el análisis y la intervención, por lo tanto, no es “bio”, ni “psico”, ni “social”, la estrategia se refiere a los determinantes de salud en su conjunto y con el peso que desde Lalonde (1978) se le reconoce con la actualización de la EESE de 2014.
La estrategia de SM tiene una orientación fundamental hacia el respeto a los derechos humanos de las personas con padecimientos mentales. Ello comporta priorizar las intervenciones de tipo preventivo, el trabajo en equipo, la base comunitaria de intervención y de atención, el apoyo familiar, para ello se contempla la especialidad de Psiquiatría Infantil como una herramienta dinámica adecuada para diseñar la prevención y la intervención precoz en los problemas mentales, el desarrollo de esta nueva especialidad en Madrid debe ser una prioridad fundamental.
La línea estratégica 3 contempla, de forma específica, la prevención de las conductas autolíticas. En este contexto se instaura el desarrollo, inmediato, de un teléfono 24h para atender las urgencias de conductas autolíticas, un recurso muy solicitado por colectivos diversos, tanto de profesionales como de familiares y supervivientes de las conductas autolíticas. Ya se ha publicado en el BOE, que se teléfono será el 024, queda la convocatoria del pliego de condiciones para la concesión de la explotación de este recurso telefónico. La intervención de la comunidad de Madrid debe ser fundamental. La prevención de las conductas autolíticas es algo muy complejo y que las más exitosas a nivel internacional contemplan acciones coordinadas a varios niveles: teléfono de 24h (está en marcha), participación de los medios de comunicación de forma adecuada (ya está elaborado el documento y se consulta en la web del Ministerio), atención precoz de los problemas mentales (implementación y desarrollo de la estrategia de salud mental al completo), línea específica para la atención de salud mental para la etapa de la adolescencia, un registro centralizado para recoger los datos mínimos de cada conducta autolítica y, por fin, la formación sobre conducta autolítica a los profesionales sanitarios. Son seis áreas de actuación prioritaria y que se implementan de forma coordinada.
Gran importancia será incorporar un Plan de acción prioritario postcovid, donde se contemple el impacto en la SM de la pandemia, puesto de manifiesto en el estudio 3312 del CIS, tanto a nivel de la población general, las personas que se han visto afectadas por la pandemia de forma directa y, sobre todo, para los profesionales sanitarios.
Un último aspecto consiste en la creación de un verdadero centro coordinador: el Observatorio Regional de Salud Mental. Una acción gestora clave consiste en dotar la plantilla suficiente para conseguir que laa primera cita se conceda en un plano máximo de 15 días y, sobre todo, se establezca la continuidad asistencial con calidad.
El punto de mira fundamental es reconocer lo que dice la OMS: no hay salud sin salud mental.
J. L. Pedreira Massa
(Psiquiatra y Psicoterapeuta de Infancia y Adolescencia. Prof. Psicopatología, Grado Criminología (jubilado, UNED. Prof. Salud Pública, Grado de Trabajo Social (jubilado), UNED)