El espíritu de Compartiendo Muros debe seguir siendo potenciar la participación ciudadana
- Se trataba de un proceso creativo acompañado en todo momento por la sociedad civil
- De ahí surgió el mural dedicado a las mujeres y al feminismo que señaló Vox y después fue atacado y vandalizado
- En la edición de 2021 el Gobierno pretende imponer un tema en lugar de dejar que decidan vecinos y vecinas
Madrid, 13 de julio de 2021.- El proyecto Compartiendo Muros tuvo varias ediciones hasta la llegada del PP y C´s al Gobierno del Ayuntamiento de Madrid y un espíritu claro que era potenciar la participación ciudadana.
“Se trataba de un proceso creativo acompañado en todo momento por la sociedad civil”, recuerda Mar Espinar, concejala del PSOE responsable de Cultura. Se buscaba un artista del distrito, se informaba a las asociaciones y vecindad de la zona y se elegía lo que debía plasmarse en el muro. Todo ello bajo el comisariado de Boamistura, colectivo con amplio arraigo en Madrid. Afirma la edil que “no era un capricho, sino una forma de hacer barrio”.
Surgieron “ideas maravillosas”, entre ellas “el mural dedicado a mujeres y al feminismo que fue señalado por Vox y después atacado y vandalizado” y que “el alcalde prometió recuperar” y aún no lo ha hecho.
Tras hacer hincapié en que Compartiendo Muros también figura en los Acuerdos de la Villa, pregunta la concejala al Gobierno municipal qué distritos van a estar presentes en la edición de 2021 y espera que “podamos hacer que se replanteen las modificaciones que pretenden hacer”.
El Ejecutivo quiere imponer un tema, el fomento de la literatura, en lugar de dejar que sean vecinos y vecinas quienes decidan. “El protagonismo tiene que ser de la ciudadanía porque así se fomenta la vida de barrio”, zanja la edil, quien pide al Gobierno que “deje de tutelar moralmente y permita que el proceso vuelva a la gente”.
“Dejen que Compartiendo muros siga fiel a su espíritu, que siga su curso con normalidad y que la ciudad se llene de color y contenidos en nombre de los vecinos y las vecinas que la viven”, concluye Espinar, quien exige que “dejen de borrar muros de anteriores ediciones”.