El escritor Zygmut Miloszewski, relata en sus novelas la evolución de la sociedad polaca actual, heredera de una historia plagada de acontecimientos demoledores, en el siglo XX,
📚 El rincón de la lectura Libro:
El escritor Zygmut Miloszewski, relata en sus novelas la evolución de la sociedad polaca actual, heredera de una historia plagada de acontecimientos demoledores, en el siglo XX, […]

Por Pedro Liébana Collado /Libros

El escritor Zygmut Miloszewski, relata en sus novelas la evolución de la sociedad polaca actual, heredera de una historia plagada de acontecimientos demoledores, en el siglo XX,
La mitad de la Verdad

Artículo 1.
Título del Libro: La Mitad de la Verdad **
Autor. Zygmunt Miloszewski
Editorial: Alfaguara negra
Año; 2016
Otras obras del autor: El Caso Telak, Ira, Inestimable, Gniew

La Polonia actual nace con la caída del Muro de Berlín en 1989. La restauración de las libertadas fue muy deseada en un país en que la doble situación de alcanzar la independencia y el disfrute de las libertades se vio condicionada durante muchos años, incluso décadas, para la población polaca.

No es el único país donde disfrutar de la doble condición haya sido extraño en la Europa del Este. Territorios y comunidades, donde ha habido abundantes cambios de fronteras, desplazamientos de población y pérdida de libertades e identidad durante muchos años.

La desaparición de las libertades en Polonia tuvo lugar al final de los años 20, con la llegada al poder del mariscal Josep Pilsudski. Aunque logró la independencia para su país en 1918, acabo imponiendo la dictadura en la Segunda República (El régimen autoritario duró del 1926 a 1935, hasta su muerte). El régimen muy dañado, acabó por sucumbir en los años siguientes bajo la autoridad militar. Esta decadencia política vino acompañada años
después en septiembre de 1939, con la pérdida de la independencia del país fruto de la invasión alemana y soviética.

El escritor Zygmut Miloszewski, relata en sus novelas la evolución de la sociedad polaca actual, heredera de una historia plagada de acontecimientos demoledores, en el siglo XX, tributaria de su pasado comunista reciente, y por tanto, plagada de contradicciones. A todas ellas han tenido que sobreponerse sus ciudadanos, asimilando los acontecimientos históricos apoyados en el sustrato de su nacionalismo siempre presente, y partiendo de la evolución del totalitarismo anterior a 1989. Ha sido un viaje a la democracia actual, con escasos años de experiencia democrática en la mochila.

El nuevo sistema que en muchos polacos que fue deseado en su arranque, evoluciona entre la esperanza y el escepticismo. Polonia es una sociedad con un encanto especial por su cultura y su historia.

La observación del despertar de las nuevas generaciones al calor de la democracia, incrementa su atractivo. Los años transcurridos han sido muy efervescentes teniendo en cuenta que la democracia ha llevado aparejada suentrada en la Unión Europea, Este impulso modernizador ha permitido al país beneficiarse de las ayudas económicas de la UE, manteniendo la moneda nacional y sus valores propios.

¿Quiere decir que ese pueblo tan martirizado ha perdido la fe en el sistema democrático? En absoluto. No es en las formas del sistema sino en el fondo donde se encuentran ubicadas las preocupaciones, es en los niveles de desigualdad donde está el debate. Son según otros las tentaciones de ciertos grupos de presión de vulnerar la separación de poderes.

El desencanto en las expectativas iniciales viene muy bien recogido en las novelas de este autor y se desarrolla con abundantes dosis de ironía en el relato de la trama.

La novela de este joven autor es un pasaporte para desgranar algunas de esas claves. Toda novela negra suele contener un trasfondo social sobre el que discurre la acción y sobre el que el autor vierte como un termómetro a la medida
sus objetivos principales.

Para ello, el autor se ha inspirado en la figura de un fiscal Theodor Szacki), protagonista de la historia, el eje sobre el que discurre la acción. Es un fiscal con voluntad de representar a ese Estado moderno, que debe ser objetivo y defensor del cumplimiento de la ley. Esta trama, en el que protagonista trabaja, se sitúa en la ciudad de Sandomiersc, al sureste de Polonia Una villa a orillas del Vístula con indudable interés turístico, que se salvó de la destrucción durante la segunda guerra mundial y de la que el autor se ha enamorado.

Las demás novelas con el fiscal como protagonista constituyen una trilogía, alcanzando actualmente un notable éxito en la literatura negra de su país.

En la primera obra que ilustra las peripecias del protagonista, titulada “El caso Telak”, (2015) las pesquisas se sitúan en Varsovia, la capital del Estado, y la tercera, que completa la serie denominada “La IRA” (2019) se desarrolla en otro pequeño territorio polaco al norte del país en la provincia de Warmia. El propio autor, periodista y escenógrafo, ha adaptado sus novelas en varios guiones para hacer posible las versiones cinematográficas de dos de ellas, con notable éxito. En el caso de “La Mitad de la verdad”, el fiscal ha llegado por traslado a la ciudad de Sandomiersc, una villa donde nunca ocurre nada. Es en esta ciudad aburrida y de provincias donde el asesinato de una mujer casada perturba la tranquilidad de este fiscal y motiva sus investigaciones. El crimen se complica con otros dos crímenes tan confusos como el anterior. Su traslado de la sede central le induce a iniciar una nueva vida. Acaba de divorciarse, ha dejado en la capital a su exmujer y a una hija de 11 años y su estado psicológico continua bajo el impacto de su situación personal. Lamiéndose de las heridas de sus desventuras, inicia la investigación en un contexto en el que las claves locales le son ajenas por lo que debe apoyarse en los elementos locales para desentrañar los sucesos acaecidos, descubriendo de nuevo lo presente que están por debajo de la superficie, los demonios interiores de la historia del país.

El antisemitismo alemán y polaco, la persecución que culminó en el holocausto.

La venganza de aquellos que ocupado sus propiedades no desean volver a ver a los propietarios legítimos. La vuelta de algunos de ellos no es vista con buenos ojos. La sospecha de delaciones y torturas de la época comunista, el antisemitismo posterior a la ocupación soviética, los recelos de la población cuando no la animadversión al nuevo régimen comunista.

Todos los demonios interiores y las huellas de la historia desfilan como telón de fondo de la trama. El autor sabe que para muchos el pasado ha quedado impreso en su retina.
Para las nuevas generaciones que desfilan actualmente, la cosa es más tenue, y figuran en el recuerdo tan solo de manera velada. En otros tienen ya muy poca influencia. Todo ello no le es ajeno al fiscal y a sus investigaciones. Al fondo, la convivencia y disrupción entre las viejas comunidades religiosas y sociales de judíos y católicos siguen estando presentes.

Ya se sabe que en provincias los odios se personalizan más que en las ciudades.


Unas en formas de leyenda, otras todavía en ciertos comportamientos y, por tanto, susceptibles de tener relación con los hechos. La investigación avanza con giros diversos y contradictorios, en contextos complejos, las referencias culturales y religiosas de ambas religiones, sus signos, sus identidades, sus rivalidades, sus animadversiones.

Al final es espectacular, el fiscal entiende que como representante del nuevo Estado que debe abandonar toda referencia de ese tipo y buscar la verdad, en virtud de los valores que representa, y que tiene el deber de dar con el asesino, al margen de que todo ese escenario plagado de símbolos, extremo puede dar al traste con su trabajo. Debe centrarse en la investigación usando el método científico, sus propios conocimientos y la búsqueda de la verdad. Un buen ejemplo de la secularización progresiva del Estado al que sirve, al margen de los credos*

Valencia 17 de junio de 2020.
Pedro Liébana Collado
**Artículo publicado en la revista Entreletras. Julio 20
*La Literatura polaca ha gozado de una riqueza de autores nada despreciable.

Son varios premios nobel los que forman parte del elenco de los últimos 140 años. Czelaw Milosz, emigrado a USA después de pasar por Francia (poeta y narrador), Wladyslaw Reymont, escritor y traductor, (Novela de referencia: La
tierra de la gran promesa), Henryk Sienkiewicz, escritor y periodista Novela de referencia ¿“Quo Vadis”? Isaac Bashevis Singer, escritor de cuentos y narrador judío de origen polaco (“EL mago de Lublin”) Wislawa Szymborska, poeta, ensayista y traductora (Paisaje con grano de arena. Antología) Olga Tokarczuk, nobel reciente, en 2019. De algunas de las obras de los novelistas citados se han extraído guiones para la realización de una filmografía memorable. Otros no alcanzaron el Nobel pero forman parte del patrimonio literario de un país rico en escritores como el autor de “Cenizas y diamantes” Jerzy Andrzejewski, por citar uno más que ha servido al realizador Andrzej Wajda para alcanzar un memorable
éxito relatando un pasaje del final de la guerra en su país.

Pedro Liébana Collado

Por psoech

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *