A las afueras de la Puerta de Santa Bárbara, cuando se procedía a la urbanización de la aledaña Glorieta de Quevedo allá por 1878, un edificio estaba pronto a finalizar, con las obras del gas para el alumbrado y con las obras de canalización necesarias para surtir al futuro Hospital de las aguas recién traídas a la Corte del Canal del Lozoya, con lo cual en palabras de Fernández de Los Ríos, cambió Chamberí de aspecto.

Estamos hablando del edificio declarado Monumento Instituto Homeopático y Hospital de San José, el querido por los vecinos Hospitalillo
de Chamberí, un Legado Cultural del siglo XIX que tiene sus raíces en los esfuerzos y sacrificios que realizaron muchas personas caritativas del pueblo de Madrid y de toda España, incluso de ultramar, para construir un dispensario gratuito, un establecimiento de beneficencia para las clases
menesterosas y asilo para la curación de las enfermedades agudas y crónicas de los pobres, cuando las epidemias de la época como el colera
asolaban la población madrileña.

Su construcción promovida por la Sociedad médica Hahnemanniana Matritense, constituyó un hito urbanístico y supuso la apertura del barrio de Chamberí al Noroeste, clave en la historia de la ciudad.

Continuara …

Próximo número: Segunda parte:
HOSPITAL EN EL ARRABAL DE CHAMBERÍ