Entrevista de El Socialista a Andrea Fernández, secretaria de Igualdad de la CEF-PSOE
En el marco del 25N
La secretaria federal de Igualdad, Andrea Fernández, ha concedido una entrevista a El Socialista. La renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, las diferencias entre la gestión del PSOE y la derecha a la hora de enfocar las políticas de igualdad y la violencia de género, así como las medidas que se están desarrollando desde el Gobierno y desde el Partido Socialista, son algunos de los temas abordados en esta entrevista.
Las políticas públicas relacionadas con la igualdad correctamente financiadas y correctamente puestas en marcha tienen un impacto directo en la vida de las mujeres. Es tan sencillo como que una mujer víctima de violencia de género, tenga acceso a una asistencia jurídica especializada o no lo tenga.
La prostitución es un problema de democracia, es un problema de Estado de Derecho, es un problema de derechos civiles y desde ahí, tenemos que abordarlo.
Ha sido elegida recientemente, en el 40 congreso del PSOE. En este escaso mes, ya se ha puesto manos a la obra. ¿Cuáles son sus objetivos y qué es lo primero en lo que se ha puesto a trabajar?
En vísperas del 25N hemos alcanzado un acuerdo que ha sido muy importante: la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Es uno de los grandes hitos que nos planteábamos y lo hemos logrado, durante estas dos semanas de trabajo, que han sido bastante intensas
En el seno del Gobierno de coalición hemos llegado a un acuerdo entre Partido Socialista y Unidas Podemos para renovarlo. Vamos a presentar un acuerdo de Dictamen al Congreso y al resto de Grupos Parlamentarios para que ese Pacto se pueda revalidar y podamos seguir trabajando en esta materia.
Las líneas generales de la Secretaría, además de seguir trabajando activamente y con mucha contundencia en materia de Violencia de Género, van a estar centradas en dar visibilidad y promocionar el trabajo que estamos haciendo en los territorios donde gobernamos. Hay mucho trabajo que se está desarrollado en las Comunidades Autónomas donde gobernamos en materia de Igualdad, que tiene un impacto muy directo en la vida de las mujeres y del que tenemos mucho que aprender. Ahí está el trabajo de la secretaría de Igualdad.
¿Por qué resulta tan importante garantizar la financiación del Pacto?
Es una de las grandes preocupaciones del Partido Socialista. Que una política pública sea eficiente y tenga éxito depende fundamentalmente de que esté correctamente financiada y pueda salir adelante económicamente. Para muchos grupos políticos parece que la igualdad o el feminismo son cuestiones meramente cosméticas, que sirven para lavarnos la imagen un día concreto o para hacer vender una idea que, a priori, puede redundar positivamente en el partido político o en la organización en concreto.
Para el Partido Socialista, la igualdad es mucho más, es una cuestión de políticas y es una cuestión de leyes. Por eso, creemos que las políticas en materia de Igualdad estén correctamente financiadas es fundamental para poder desarrollar nuestro trabajo. Al final, que haya dinero o no supone que una mujer tenga acceso a una abogada en materia de violencia de género o no lo tenga, que tenga acceso a un psicólogo o no lo tenga, y eso marca la diferencia en la vida de la gente.
En 2017 ningún partido se opuso al Pacto de Estado de Violencia de Género. En la actualidad hay 52 diputados y diputadas de Vox, de la ultraderecha, en el Congreso de los Diputados. ¿Cómo cree que sería hoy el resultado de esa votación?
Lamentable Vox estaría fuera. No creo que ellos quieran sentarse a negociar la renovación de un Pacto contra la Violencia de Género porque su discurso político está vertebrado sobre la idea de que no existe la Violencia de Género. Ni ellos están, ni nosotras contamos con ellos para renovar el Pacto. Nuestra gran aspiración, tanto en el seno del Gobierno como en el Grupo Parlamentario, es que el resto de fuerzas políticas se sumen y, sobre todo, que el Partido Popular asuma la responsabilidad de estar en contra de la Violencia de Género y se mantengan en la senda del consenso, que supuso la Ley orgánica 1/2004, donde estuvieron todas las fuerzas políticas. Que Vox tenga esos posicionamientos y esté presente en el Parlamento, es negativo y es preocupante. Sin embargo, la ultraderecha no va a parar el avance de los derechos de las mujeres.
“Uno de los elementos que tenemos que seguir trabajando, desde el punto de vista de las instituciones, es la prevención”.
Déjeme que le dé algunas cifras que ya conoce. Desde 2003 han sido asesinadas 1118 mujeres y 44 niños y niñas. Desde 2009, en España se han interpuesto 1.743.680 denuncias por violencia de género y casi 453.000 órdenes de protección. ¿Qué se está haciendo desde las instituciones y que más se puede hacer?
La ley integral contra la Violencia de Género supuso un cambio de paradigma: la igualdad de género y la violencia de genero pasaron a considerarse un problema de Estado y así se asumieron, desde el punto de vista de las instituciones y de las políticas públicas. Uno de los elementos que tenemos que seguir trabajando, desde el punto de vista de las instituciones, es la prevención.
Aunque hayamos trabajado mucho por asistir a las víctimas e introducir en las lógicas judiciales la violencia de género, no podemos acostumbramos a que sigue habiendo mujeres que son asesinadas a costa de la violencia de género.
Es prevenir, es educar, es hacer entender que la violencia de género se puede atajar y puede dejar de existir. Así tiene que ser y no por una cuestión asistencial, o porque queramos proteger a las mujeres débiles sino por una cuestión de derechos civiles. La violencia de género no es un problema de las mujeres, es un problema de la calidad democrática, del Estado de derecho.
El 47, 2% de las mujeres víctimas de la violencia de género no ha denunciado ni utilizado los servicios públicos de ayuda, aumenta muchísimo la cifra cuando se habla de mujeres jóvenes. ¿Qué podemos hacer para concienciar a estas generaciones del problema de la Violencia de Género?
Lo fundamental es la educación y la información. Al final, la Violencia de Género es una forma de violencia estructural que sufrimos específicamente las mujeres: Esto significa que socialmente, la Violencia de Género cala, pertenece a nuestra forma de entender el mundo, a nuestra forma de entender la sociedad, el funcionamiento de nuestras relaciones y, por tanto, atajar eso es complejo. Es complejo porque está interiorizado en todos nosotros, a veces es sutil, a veces es difícil de ver y, sobre todo, para las víctimas muchas veces es complicado salir de ahí.
En este punto es muy importante la información, la educación, la concienciación y, sobre todo, que seamos capaces de involucrar a toda la sociedad en la lucha de la Violencia de Género, porque podemos invertir mucho en seguridad, en procesos judiciales, pero es muy importante que toda la sociedad esté implicada y esté concienciada en esta lucha.
“Todas las leyes en materia de igualdad que han revolucionado el panorama legislativo en este país, las ha puesto en marcha el PSOE”
¿Qué diferencia hay en la gestión de la Violencia de Género y la igualdad en general, cuando gobierna el PSOE y cuando gobiernan otras fuerzas como el PP?
Hay ejemplos conocidos por todos y por todas, que son muy representativos de esta cuestión. Al final, todas las leyes en materia de igualdad que han revolucionado el panorama legislativo en este país, las ha puesto en marcha el PSOE. Esto ha sido así siempre, la Ley integral contra la Violencia de Género, la Ley de Igualdad o ahora mismo, la lucha por la abolición de la prostitución.
El PSOE siempre pone la igualdad en el centro y siempre enarbola la bandera de la igualdad en las instituciones, pero la derecha y, ahora mismo por desgracia la ultraderecha, lo primero de lo que prescinden cuando gobiernan es de los derechos relacionados con la igualdad de las mujeres y con los colectivos LGTBi. Así lo vemos en Madrid, la exigencia de Vox, de la ultraderecha al PP para sacar adelante los presupuestos tiene que ver con eliminar leyes que apelan directamente a la igualdad de mujeres y colectivos LGTBi. Creo que la diferencia es fundamentalmente ideológica, el PSOE cree en la igualdad, el PSOE cree que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres es una cuestión de convivencia, una cuestión de derechos, la derecha se ha sumado en algunos momentos y a la ultraderecha ni está ni se la espera, es muy importante tener esto en cuenta especialmente cuando nos dirigimos a una urna.
Volviendo a esa dicotomía y a esa diferencia de cuando gobernamos unos partidos u otros, la extrema derecha lidera el discurso de negacionismo frente a la Violencia de Género, ¿se está notando un retroceso en las Comunidades Autónomas gobernadas por la derecha en esta materia?
Yo creo que sí, creo que el ejemplo de Madrid o Andalucía es muy evidente, donde la presencia de la ultraderecha está ideologizada en contra de los derechos de las mujeres.
Pero, en cualquier caso, allá donde gobierna la derecha siempre se producen ciertos recortes o cierto abandono, muchas veces ni siquiera es necesario confrontar con una ley, basta con dejar de financiarla o con no apostar por ella y eso sucede en territorios como Castilla y León, también gobernada por el PP durante más de 20 años, algo que hay que tener en cuenta cuando nos acercamos a una urna.
Las políticas públicas relacionadas con la igualdad correctamente financiadas y correctamente puestas en marcha tienen un impacto directo en la vida de las mujeres. Es tan sencillo como que una mujer víctima de violencia de género, tenga acceso a una asistencia jurídica especializada o no lo tenga
“La prostitución no es un problema de mujeres, es un problema de democracia, es un problema de Estado de Derecho, es un problema de derechos civiles y desde ahí, tenemos que abordarlo”.
La explotación sexual es la forma más terrible de violencia contra las mujeres y en el 40 Congreso que acabamos de celebrar, el PSOE se declara abolicionista, ¿Cómo se concreta en materia legislativa este déficit de calidad democrática?
Tenemos que iniciar trabajos que pongan en marcha esa abolición de la prostitución, que defendemos desde el punto de vista programático y empezar a trabajar en un paquete legislativo que aborde la abolición desde dos puntos de vista.
En primer lugar, en clave penal tenemos que perseguir a los explotadores de mujeres, a los traficantes de mujeres y también a los hombres que acceden a las mujeres en situación de prostitución y, por otra parte, y mucho más importante, tenemos que crear un sistema de políticas públicas garantizadas para devolver a esas mujeres la condición de ciudadanía.
No podemos olvidar que las mujeres que están atrapadas en la realidad de la prostitución son mujeres que no disponen de pasado porque normalmente han sido extraídas de países bajo engaños y coacciones, son mujeres aisladas de su entorno familiar y personal, son mujeres que no tienen un futuro posible, que viven sin la expectativa de un futuro.
Es muy importante que tengamos sistemas de políticas públicas que permitan a esas mujeres incorporarse a la situación de ciudadanía porque, al final esto no es un problema de mujeres, es un problema de democracia, es un problema de Estado de Derecho, es un problema de derechos civiles y desde ahí, tenemos que abordarlo.