La manifestación de Colón ha supuesto un fracaso de aquellos que niegan cualquier oportunidad para el reencuentro y solo quieren desgastar al actual Ejecutivo que, lejos de rehuir un problema heredado que nos perjudica a todos, trata legítima y responsablemente de darle solución.
“En Cataluña existe un problema de convivencia y político que tenemos que resolver”. Así de categórico se ha mostrado el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al referirse al conflicto territorial que nuestro país arrastra desde hace años y que los socialistas proponen afrontar mediante el diálogo y la búsqueda de un acuerdo que, “dentro de la legalidad democrática y del respeto a la Constitución”, permita “garantizar y salvaguardar la integridad territorial y la unidad de España”.
En una semana en la que se han sucedido las reacciones a la manifestación en la madrileña plaza de Colón, contra los indultos a los condenados del procés, los dirigentes socialistas han denunciado la actuación de unas derechas empecinadas en desgastar con esta cuestión al Gobierno que, lejos de rehuir un problema heredado que nos perjudica a todos, trata legítima y responsablemente de darle solución.
Fue durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, y refiriéndose a esta protesta a la que acudió Pablo Casado, donde Pedro Sánchez le respondió que los socialistas “no vamos a usar ni la Constitución, ni la bandera, ni la integridad territorial, ni la monarquía parlamentaria para dividir a los españoles, como ustedes sí hacen”. Y donde le echó en cara también lo “activos” que se muestran en el PP cuando están en la oposición, poniendo mesas petitorias o yendo a manifestaciones como la de Colón, y lo “indolentes” que sin embargo fueron “en la defensa de la unidad de España” cuando tuvieron la responsabilidad de gobernar.
Por el contrario, “este Gobierno defiende la unidad de España y la Constitución” y lo hace “no de palabra”, sino “con datos”, le espetó Pedro Sánchez, para recordarle a continuación que con el PP gobernando se produjeron “dos referéndum ilegales de independencia, una declaración unilateral de independencia y las leyes de desconexión aprobadas por el Parlamento de Cataluña”, mientras que con el actual gobierno progresista, nada de eso ha ocurrido.
¿QUÉ APORTAN LA CRISPACIÓN QUE CADA DÍA ALIMENTAN?
Igualmente, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, denunció en su habitual rueda de prensa de los martes, tras la Junta de Portavoces parlamentarios, el “curioso” patriotismo y constitucionalismo de un PP que en “el momento histórico más importante de las últimas décadas”, da la espalda “no al Gobierno, sino al interés de los españoles”.
Y se preguntó “¿qué ha aportado la manifestación de la derecha radical y las derechas radicalizadas al bienestar de los españoles?, ¿qué ha aportado a la lucha contra la pandemia, a la lucha contra la crisis económica?”; en definitiva, “¿qué aporta esa crispación y esa confrontación que, cada día, alimenta el señor Casado, al entendimiento entre españoles?”.
También José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, afirmó tras la reunión de la Comisión Permanente del partido que, mientras los socialistas buscan “encauzar los conflictos territoriales, lo que hace la derecha y la ultraderecha es tratar de aprovecharse de ellos”, como prueba la recogida de firmas contra los indultos; “la misma técnica que usó el PP contra el Estatut de Cataluña” y que “nos ha traído hasta aquí”.
A su juicio, la de Colón es “la foto de una derecha dividida” que “ha fracasado otra vez en su intento de incendiar las calles”, y la de unos “dirigentes avergonzados que hacen el juego a Vox, que es quien manda”. Fue además la imagen “de la vergüenza” para un Casado que se escondió para que no le abuchearan y que tampoco convenció “a la derecha más moderada, que no quiso acompañarlo”.
El dirigente socialista defendió la acción del Gobierno encaminada a “plantear soluciones a los conflictos territoriales enquistados por la desidia de una derecha ventajista y miope que solo actúa en beneficio propio y que piensa que dialogar es claudicar”. “Ni el diálogo es humillación ni buscar la reconciliación es una señal de debilidad” y “la generosidad dentro de la ley es una virtud que solo pueden permitirse los fuertes, los que tienen la razón de su parte”
María Jesús Montero, portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, habló igualmente el fin de semana de la necesidad de trabajar para conseguir el reencuentro y construir los puentes que se dinamitaron, “si queremos un país fuerte, unido y que trabaje en la misma dirección”.
“Los problemas –dijo-, no se arreglan recogiendo firmas o yendo a la plaza de Colón”, y son las instituciones y sus representantes quienes “tenemos que garantizar que haya ese espacio donde se pueda negociar, hablar, discutir sabiendo que nunca se puede volver a romper la legalidad”. Por eso no se entiende que un partido como el PP utilice el conflicto catalán para azuzar el odio el enfrentamiento en otras partes de España. “Un partido con vocación de gobernar tiene que comprender la complejidad territorial de España”, subrayó.
Un mensaje en la misma línea lanzó Rafael Simancas, secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, al afirmar que, para afrontar con éxito los retos a los que se enfrenta España, “necesitamos menos gritos y más lealtad, menos rencor y más solidaridad, menos partidismo y más esfuerzo por el bien común”.
Y es que “el camino para alcanzar el reencuentro, la convivencia, la prosperidad y los buenos empleos” en nuestro país “no pasa por la plaza de Colón”. Por eso, “hoy más que nunca la sociedad necesita concordia, entendimiento y unidad”, que es “todo lo contrario” de lo que han pretendido promover las derechas en la plaza de Colón: la discordia, la división y la confrontación.