Teresa Ribera: «El cambio climático no puede esperar, tenemos que acelerar y profundizar nuestra acción en materia de clima»
Actualidad | jueves, 13 de mayo de 2021
El Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Una «ley de todos y para todos» que según ha asegurado la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, resulta «imprescindible» para el presente y el futuro de la sociedad. «Cada generación tiene la obligación de resolver o mitigar los problemas que encontró para evitar trasladarlos en herencia a la siguiente generación y en este caso, nuestra generación sin duda tienen la gran obligación de mirar al frente y afrontar el gran desafío que representa el cambio climático» ha subrayado.
Durante su intervención, la ministra ha señalado que los acontecimientos vividos en los últimos años -el azote de la pandemia del COVID 19 y los dos fenómenos meteorológicos extremos: la borrasca Filomena y la tormenta Gloria la ciudadanía – muestran con total evidencia y claridad la urgencia de transformar el modelo de desarrollo y la forma de vida, integrando en ella los criterios de sostenibilidad y resiliencia.
La nueva Ley que ha contado con el respaldo de la mayoría de la Cámara supone, según Ribera, una «gran oportunidad» de transformar con calado la generación de empleo, la prosperidad y el progreso, ofreciendo una alternativa a los jóvenes de hoy y también, a las futuras generaciones. «No queremos dejarles un modelo de crecimiento insostenible, abocado al desastre y al colapso» ha afirmado.
No obstante, Ribera ha querido dejar claro que en los últimos dos años, España ha avanzado «más que nunca antes» en la asunción de compromisos climáticos. «Nuestros compromisos representan el 50% de reducción de las emisiones con respecto a las que teníamos en el año 2005, casi el 40% con respecto a las que teníamos en el año 2015».
El objetivo del Gobierno es «ambicioso», ha asegurado la ministra, pero es «congruente» con el hito que España se ha marcado para el 2050 y que está dirigido a «abonar el terreno para generar oportunidades y asegurar la corrección de un modelo que nos llevaba al desastre». Urge «acelerar y profundizar nuestra actuación en materia de clima», ya que «el cambio climático no puede esperar» ha reiterado.
La aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética «significa mucho» y es, en palabras de la ministra, «un paso importante en la acción del Gobierno, pero también en la acción de todas las instituciones» puesto que «sólo sobre la base de una aplicación estricta, comprometida por parte de todas las administraciones y de la sociedad» se podrá obtener el resultado esperado. Por ello, Ribera ha agradecido a todos los grupos políticos, así como al conjunto de actores implicados el trabajo realizado para que el proyecto del Ejecutivo saliera adelante. «Hay camino y me gustaría que lo transitamos juntos» ha afirmado.
En total la Cámara Baja ha presentado 758 enmiendas parciales de los diferentes grupos parlamentarios. Asimismo, a su paso por la Cámara Alta, las formaciones políticas presentaron 585 enmiendas.
Con esta ley, la primera en el ordenamiento legislativo nacional para luchar contra el calentamiento global, España prevé cumplir los compromisos internacionales adoptados en 2015 con la firma del Acuerdo de París, pero como ha dicho Ribera dicha ley marca «el punto de partida desde el que mirar siempre hacia adelante», y aún «queda mucho por hacer». De esta forma, el Ejecutivo quiere anticiparse y aprovechar «el mundo de oportunidades que se abren de cara al futuro», desarrollando el conocimiento y las capacidades, formando en nuevas habilidades, invirtiendo responsablemente y apostando por la innovación.
«Este es un Gobierno comprometido que quiere ser y actuar de forma progresista, feminista y ecologista» afirmó la ministra, y añadió «que nadie dude de que vamos a seguir situando el ecologismo y la prosperidad dentro de los límites ambientales en el corazón de nuestras políticas como garantía imprescindible de un progreso más justo, más seguro y duradero» .