Este jueves se aprobaba la Reforma Laboral, una reforma que acaba con los grandes problemas de nuestro mercado laboral. Una reforma, para el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez “fruto del diálogo social, un acuerdo de país y un buen acuerdo para España”.

Tras una accidentada votación, la reforma salía adelante con 175 votos a favor, el presidente del Gobierno, trasladaba a continuación su satisfacción y su agradecimiento a los agentes sociales y a las fuerzas parlamentarias que “han hecho posible esta convalidación” y añadía que “España continúa avanzando, avanzando en medidas sociales y en conquistas sociales, eso es lo más importante”. “Esta es la victoria de toda España, de todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras, de todos y cada una de las empresas de nuestro país”. “Esta es una buena ley, una ley que va a atacar la temporalidad, la precariedad”.
Asimismo, el presidente del Gobierno incidía en “los 20 millones de trabajadores y trabajadoras que se van a ver beneficiados de esta reforma laboral. Los cientos de miles de empresas que van a ver incorporados elementos de flexibilidad interna alternativos al despido como puedan ser los Cortes”. “Va a haber muchos jóvenes que van a ver alterado sus contratos de precarios a contratos fijos”.

Se trata de una reforma laboral consensuada con las organizaciones sindicales y empresariales, una reforma que va a mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores y trabajadoras, una reforma que va a penalizar la contratación de corta duración incentivando la contratación indefinida y el empleo estable, recuperando la prevalencia del convenio sectorial frente al convenio de empresa, impulsando la formación de las personas trabajadoras, con dos nuevos tipos de contrato: el de formación en alternancia, que combinará trabajo y formación, y el contrato para la adquisición de la práctica profesional, creando instrumentos de flexibilidad interna para etapas de crisis y también para sectores en transición, con el objetivo de que el despido sea la última opción.
Una reforma donde, por primera vez para Pedro Sánchez se “ganan derechos”, una reforma “para seguir modernizando el mercado de trabajo en España, para estar a la vanguardia europea, facilitando derechos a los trabajadores y garantizando así el tejido productivo”.

Sánchez recodaba además que un tercio de los contratos que se firman en nuestro país duran menos de cinco días. “Eso no es tolerable en una España del siglo XXI”. En definitiva, “ponemos fin a los grandes problemas de nuestro mercado laboral”.